Las filtraciones subterráneas que descienden de la Sierra La
Laguna dan lugar a este oasis en medio de la desértica península. Así, en Todos
Santos se cultivan mango, papaya, cítricos, caña de azúcar y aguacate, entre
otros. Además de su exuberancia vegetal, este Pueblo Mágico tiene otros
encantos que devela lentamente a sus visitantes: la belleza de las playas
cercanas —perfectas para el surf—, su comunidad artística, sus hoteles pequeños
con excelente servicio y su sorprendente oferta gastronómica.
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