martes, 6 de mayo de 2014

Barrancas del Cobre

 Ha sido un viaje largo pero ha valido la pena. Has llegado al corazón de la Sierra Tarahumara, en el suroeste del estado de Chihuahua, y te encuentras en la cima de las majestuosas Barrancas del Cobre, llamadas así por el tono cobrizo de sus paredes. Con una extensión de 59 mil 545 kilómetros, estas barrancas son más largas y profundas que las del Gran Cañón de Arizona. Sus impresionantes paredes resguardan leyendas, tradiciones y muchas sorpresas.
Una de estas sorpresas te espera en la vibrante comunidad de los rarámuri o tarahumaras. Los indígenas han hecho de las barrancas su hogar durante siglos, y sus vidas se entrelazan con las montañas. Al vivir en esta región remota, han preservado su estilo de vida ancestral. Son famosos por su resistencia física en carreras de larga distancia, se les conoce por correr sin parar durante horas. Algunas de estas comunidades reciben fondos gubernamentales para construir caminos, restaurantes y hoteles, y están abiertas para recibir a los visitantes; otras prefieren vivir en áreas tan alejadas como sea posible de la vida urbana.
La aventura del tren que recorre las Barrancas del Cobre comienza en Chihuahua, la capital del estado, y termina en Los Mochis, en el estado vecino de Sinaloa. Atraviesa túneles y la grandiosa Sierra Madre. Pasaron 90 años antes de que el tren Chihuahua al Pacífico (o Chepe) pudiera ser completado. Inaugurada en 1961, la ruta tiene 628 kilómetros de longitud y cruza 39 puentes y 86 túneles. El viaje es sinuoso y largo, de unas 14 horas de duración, y ofrece vistas impresionantes. Los 64 vagones del tren están equipados con cómodos asientos, un comedor con servicio completo y comida rápida; un bar, aire acondicionado, calefacción y baños ecológicos.
La vasta y colorida biodiversidad que encontrarás en esta legendaria región de Chihuahua la vuelven el sitio ideal para los amantes de la naturaleza y los ecoturistas. Puedes practicar el senderismo en los bosques, acampar, avistar aves o simplemente admirar la contrastante vegetación a lo largo del camino. El clima varía dependiendo de la temporada del año, yendo de árido y desértico a tropical. Los tonos y las formas siempre cambiantes de la sierra parecen derretirse en el horizonte.
A sólo cinco horas por carretera de la ciudad de Chihuahua encontrarás muchas opciones de alojamiento, ya sea que desees quedarte en un hotel rural con todos los servicios o embarcarte en una aventura campista La mejor manera de explorar la región es tomar un tour. Entre las actividades populares se incluyen paseos a caballo a través de pueblos indígenas y visitas a lagos y cascadas. Una de las atracciones más tentadoras es la inspiradora Cascada de Basaseachi, en el Río Basaseachi, la segunda caída de agua más alta en México con unos 245 metros de altura. Para pasar un día al aire libre y vivencias culturales fascinantes, programa un tour a una comunidad indígena, donde aprenderás sobre sus costumbres.
Ven preparado, ya que el clima en las barrancas varía mucho; en las tierras altas las temperaturas son muy bajas, y mucho más elevadas a lo largo de las riveras y en la profundidad de los barrancos, sobre todo durante el verano. Empaca ropa para una variedad de climas extremos. Y lo más importante: ¡no olvides tu cámara!


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